Cuando estamos inmersos en un proceso, la inspiración es una bocanada de aire que nos da la energía para seguir adelante.

Las palabras son nuestras herramientas principales, no sólo para comunicarnos y ponerle un nombre a lo que vamos conociendo del mundo.

“Es por la acción efectiva como alcanzaremos lo que tantos soñaron y no consiguieron, porque solo soñaron, pero no actuaron.” (Fragmento...

Hoy es un momento para enfocarnos en el aprendizaje “por oposición”. ¿Qué sería aprender por oposición?

Cuando pienso en un origami, me vienen a la mente unas cuantas palabras: creatividad, infancia, disfrute, sorpresa, dificultad.

¿Qué pasa si volcamos la mirada a una productividad abordada desde el foco y la consciencia?

El compromiso y la confianza son la base fundamental de las relaciones humanas, y por ende de la economía.

Hay un lugar donde lo que nos une es lo cotidiano, donde la práctica más importante para recrearnos es la propia convivencia.

¿Por qué tan poco disfrute? Llego a la conclusión de que mis expectativas me sabotean, me hacen crear imágenes mentales irreales.

Agua, ¿qué tendrá de enseñanza para mi?

Muchas veces, por seguir un pensamiento, pagamos un precio tan alto que nos hace reflexionar sobre la conveniencia de nuestras elecciones.

El proceso de creación y destrucción es un proceso constante y fundamental de la vida, es la oportunidad de crecer y adaptarnos.

Me dedico a enseñar, a través de elementos prácticos, a observar las propias acciones, los pensamientos, las emociones.

Son esos momentos en que todo tu cuerpo, tu plano emocional y tu mente entran en sintonía para resolver una situación de aparente riesgo.

Las palabras disciplina y discípulo derivan del verbo latino discere, que significa enseñar.

Existe la fuerza externa, bien conocida por todos y fácil de mensurar. Pero la otra fuerza, la interna, es a mi criterio la más importante